Redacción
El ucraniano Oleksandr Usyk se convirtió en campeón indiscutido de los pesos pesados al vencer por decisión dividida al británico Tyson Fury (tarjetas de 115-112, 114-113, 113-114), en un encuentro que rebasó las expectativas y resultó de altísimo calibre.
Así fue el triunfo de Usyk ante Fury
Usyk tuvo un buen inicio en la pelea en donde supo manejar la distancia ante su enorme adversario, además de que conectó buenas combinaciones, pero a partir del tercer episodio el británico empezó a emparejar hasta inclinar los siguientes cuatro episodios.
En ellos no sólo fue fundamental su mayor alcance, sino que supo cuándo atacar en las zonas blandas, golpes que no sólo mermaron el físico del ucraniano, sino que le ayudaron a recibir pocos golpes o, en su defecto, ninguno que lo pusiera a temblar.
Sin embargo, Usyk demostró que también es un gran boxeador, por lo que pudo recomponer a partir del séptimo episodio para borrar la diferencia, tantear el nocaut sobre su oponente y encaminar un merecido triunfo.
La derecha fue veneno puro para el Gipsy King, quien una vez desgastado empezó a bajar la guardia y a recibir múltiples contactos directo en su rostro, el primero de ellos en el séptimo que lo hizo sangrar para ya no volver más al encuentro.
En el noveno fue donde Usyk desató un infierno, gracias a una preciosa combinación que inició con un volado de derecha y que remató con un poderoso zurdazo que sirvió para iniciar una lluvia de golpes que casi llevaron a la lona al británico.
Ante la ráfaga, el juez intervino para iniciar el conteo, aunque esa decisión le sirvió a Fury para llegar al toque de la campana, lo que le sirvió para tomar un nuevo respiro hasta llevarlo a las tarjetas, en donde los jueces favorecieron al ucraniano.
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