
Después de más de una década de incertidumbre, rumores y rediseños, Mewgenics finalmente tiene fecha de lanzamiento: el 10 de febrero de 2026. Edmund McMillen —el retorcido genio detrás de The Binding of Isaac— ha vuelto a escena con un proyecto tan desconcertante como fascinante, presentado oficialmente con un nuevo tráiler durante la PC Gaming Show.
Con un estilo visual cargado de rareza, humor negro y una ambientación que parece un cruce entre pesadilla y caricatura, Mewgenics propone un RPG por turnos centrado en la cría ilimitada de gatos mutantes. Pero no se trata solo de mascotas peludas: estas criaturas luchan contra demonios, alienígenas y seres grotescos en combates estratégicos que se alimentan —literalmente— de lo que el jugador decide criar, mutar y evolucionar.
Humor retorcido y mecánicas tácticas
El nuevo avance no deja dudas sobre el tono del juego. En él, el propio McMillen interpreta a un veterinario que examina a una gata aquejada por un abanico de males tan absurdos como inquietantes: desde una simple diarrea hasta una posesión demoníaca. Esta escena resume el corazón del proyecto: una mezcla incómoda, irreverente y brillantemente jugable.
El sistema de combate y crianza promete profundidad: las decisiones tomadas en cada generación afectarán directamente el linaje de gatos, permitiendo combinaciones únicas de habilidades, deformidades y comportamientos. Las mecánicas se expanden con objetos recolectados, escenarios impredecibles y lo que McMillen describe como “secretos endgame” aún por revelar.
Un retraso estratégico (y necesario)
Aunque originalmente previsto para 2025, Mewgenics fue pospuesto por razones que poco tienen que ver con errores o contratiempos técnicos. Según explicó McMillen, lanzar un juego indie en plena temporada navideña, repleta de estrenos AAA, habría sido un error de cálculo:
“Amigo, escucha. Lanzar en noviembre-diciembre es complicado. Queremos que este juego reciba la atención que merece y no competir con las fiestas ni con los grandes lanzamientos AAA.”
El aplazamiento también ha permitido al equipo trabajar en nuevos elementos: cinemáticas, música adicional y sistemas ocultos que enriquecerán la experiencia final. “Unos meses adicionales de desarrollo significan que podemos lanzar una experiencia aún más testeada y pulida”, afirmó el desarrollador.
Una nueva joya del caos según McMillen
Mewgenics no busca gustar a todos. Busca obsesionar a quienes se atrevan. Como en sus trabajos anteriores, McMillen apuesta por lo grotesco, lo extraño y lo desafiante como camino hacia una jugabilidad única. Su enfoque ha logrado consolidar una comunidad de seguidores que valoran la profundidad mecánica camuflada entre vómitos pixelados, traumas infantiles y criaturas deformes.
Treinta segundos viendo el tráiler bastan para entender que Mewgenics no será un juego más. Será una experiencia mutante, incómoda y adictiva. Y aunque aún falten meses para tenerlo en nuestras manos, una cosa es segura: McMillen está de regreso, y no piensa pedir disculpas por su rareza.