
Redacción
Miguel Herrera es conocido por no tener pelos en la lengua. Le gusta expresar lo que piensa sin rodeos. Aunque eso le haya traído problemas en varias ocasiones. Ahora el técnico de Tijuana ha manifestado su opinión sobre el exceso de entrenadores extranjeros en los equipos del futbol mexicano. A Herrera le parece que hay demasiada preferencia y tolerancia con ellos.
“Lo que pasa es que se les consiente más, se les soportan más las cosas, no sé si por el contrato que firman, por eso obviamente se les soportan más los directivos porque tienen que pagar todo el contrato y se les aguantan hasta las últimas consecuencias, pero lo bueno lo importante es que nosotros nos preparemos como mexicanos y hagamos bien las cosas”, dijo para AS México.
Herrera afirma que esta tendencia no tiene que ver tanto con las capacidades de los entrenadores, sino con un menosprecio hacia lo nacional. “Me dice que sigue habiendo malinchismo, somos malinchistas los mexicanos y no confiamos en nosotros mismos, creo que sigue habiendo esa posibilidad al técnico que también viene de fuera y que tampoco no ha logrado nada o que tampoco tiene un gran nombre y de pronto aparece en México”.
La realidad es que, por cantidad o por calidad, los campeonatos del futbol mexicano en sus últimas diez ediciones han sido dominados por extranjeros, con ocho de diez títulos: André Jardine, Robert Siboldi, Guillermo Almada, Diego Cocca dos veces seguidas, Juan Reynoso, Antonio Mohamed y Ricardo Ferretti. Los únicos mexicanos que han sido campeones son Ignacio Ambriz en el Guardianes 2020 y el propio Miguel Herrera en el ya lejano Apertura 2018 con el América.
De hecho, a Herrera no le han faltado oportunidades desde entonces, a pesar de que no ha repetido su éxito en Liga MX. Los entrenadores mexicanos ganan poco en los últimos años, pero eso les asegura recibir oportunidades constantes en el futbol nacional. Además, Herrera no menciona que el grupo de entrenadores mexicanos que se contrata siempre es el mismo. Así como, según su visión, los extranjeros bloquean a los nacionales, ellos, los nacionales convertidos en vacas sagradas, han bloqueado muchos años a las nuevas generaciones.
Herrera también fue crítico incluso con las contrataciones de directivos de otros países y recordó que en México hay gente capacitada. “Hoy te encuentras a directivos como Santiago Baños, en su momento Ricardo Peláez, Luis Miguel Salvador, Mauricio Culebro, Duilio Davino, son directivos muy buenos”. Al parecer, su problema es con los extranjeros, pero con los que afectan su trabajo, de director técnico, o el de sus conocidos. Por eso no tiene problema con los jugadores extranjeros, que tantos beneficios le han dado como entrenador. No habría sido campeón sin Christian Benítez en el 2013 o sin Agustín Marchesín en 2018.
Pero eso no le afecta, le beneficia, entonces lo deja fuera de la ecuación. Es cierto que hay un aumento de entrenadores foráneos. Sólo cuatro mexicanos tendrán oportunidad de arrancar el Clausura 2014: Herrera en Tijuana, Ricardo Carbajal en Puebla, Eduardo Fentanes en Necaxa y Diego Mejía en Juárez. Pero ese contraste no debe ser visto como una pelea de pasaportes, sino impulsar a los entrenadores nacionales a prepararse más, porque al menos en el últimos año se han abierto oportunidades para nombres que antes no tenían cabida (Carbajal y Mejía).