
El Papa León XIV, quien fue elegido en un momento significativo en el mundo del tenis, tiene una afición bastante peculiar para un líder religioso: el tenis. Nacido en Chicago como Robert Prevost y miembro de la Orden Agustiniana, León ha compartido en diversas ocasiones su amor por este deporte. De hecho, cuando asumió el poder en el Vaticano, el Abierto de Italia de tenis se celebraba justo al lado de la Santa Sede, lo que parecía un destino apropiado para un papa que disfruta del tenis.
En una entrevista con la Orden de los Agustinianos en 2023, León comentó que, aunque su trabajo como misionero en Perú le permitió practicar tenis en pocas ocasiones, ahora que está en Roma, le gustaría poder volver a la cancha. Aunque el ajetreado calendario de papado y las responsabilidades de su nuevo cargo lo mantienen ocupado, el papa no pierde la esperanza de retomar su afición al tenis en algún momento.
Roma, con su clima mediterráneo, permite que el tenis sea un deporte jugable al aire libre durante casi todo el año. Las canchas están dispersas por la ciudad, lo que debería facilitarle la práctica, aunque, como él mismo bromeó, el tiempo disponible para jugar es ahora mucho más limitado.
Curiosamente, el profesional de tenis griego Stefanos Tsitsipas, uno de los mejores del mundo, expresó su disposición a jugar un partido con el Papa si alguna vez el tiempo lo permite. En declaraciones a la prensa, Tsitsipas mencionó que se sentiría honrado de compartir la cancha con una figura tan importante, resaltando el impacto que personas como el papa pueden tener sobre la humanidad.
El papa fue presentado oficialmente al mundo en un momento en que se estaban disputando los partidos de primera ronda en el Foro Itálico, y una imagen de León XIV apareció en la pantalla del Campo Centrale durante un cambio de lado en uno de los partidos. Además, en las pantallas exteriores del estadio, los medios de comunicación anunciaban su nombramiento, creando un vínculo entre el tenis y la figura papal en ese momento tan histórico.
Más allá del tenis, el hermano de León XIV reveló que el papa también es un gran fanático de los Medias Blancas de Chicago, el famoso equipo de béisbol de las Grandes Ligas, lo que añade una capa adicional a sus pasatiempos y a su conexión con sus raíces estadounidenses.
De esta forma, el Papa León XIV, aunque ahora con muchas obligaciones religiosas y políticas, sigue llevando consigo sus pasiones personales, que incluyen el tenis y el béisbol, sumándose a su legado como una figura única en la historia reciente del Vaticano.