Redacción
París vive solo el segundo día de competición tras la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, pero las imágenes para la historia no dejan de sucederse.
Desde las que alucinaron al mundo, para bien y para mal, durante el desfile de los atletas por las aguas del río Sena, a las que ya dejan los diferentes deportes, como la que circula por España protagonizada por un Nadal y un Alcaraz que aprietan el puño a la vez. Y entre medias también se han colado instantáneas curiosas, como
la del sorprendente nadador que apareció en la piscina de La Défense Arena de Nanterre.
Entre decenas de deportistas de élite, con cuerpos cincelados a base de sacrificios y duros entrenamientos para lograr una forma óptima para competir, destacó un hombre, desconocido, que acabó llevándose la ovación de las gradas del impresionante recinto deportivo.
Cuando las nadadoras se preparaban para iniciar la quinta serie de los 100 metros braza, un tipo de mediana edad, con un cuerpo nada atlético, sin bañador técnico pero gran aplomo, acaparó las miradas de todos. De esta guisa se plantó en el borde de la piscina, se lanzó al agua, y buceó hasta el fondo.
Jolgorio en las gradas
¿Qué estaba ocurriendo? La incertidumbre se adueñó de los asistentes al evento y de los millones de espectadores que seguían la prueba por televisión en todo el mundo. ¿Era alguien en busca de su minuto de gloria? No parecía probable ante el espectacular despliegue de seguridad que protege cada una de las pruebas de estos Juegos.
Pronto se desveló la identidad del sujeto y su propósito en la pileta. Era uno de los miembros de la organización presentes en el recinto, que se lanzó al agua para recuperar un gorro extraviado por una nadadora y permitir que se iniciase la siguiente prueba.
Ya con la prenda en la mano, que era propiedad de la estadounidense Emma Weber, el protagonista de una de las primeras imágenes sorprendentes de París 2024 recibió una sonora ovación de las gradas.