Redacción
Luis Díaz se conmovió hasta las lágrimas al hablar de James Rodríguez, la figura central de la selección colombiana en su camino hacia la final de la Copa América.
«Desde que llegué a la selección, le dejé saber que siempre ha sido mi ídolo», expresó el extremo que brilla en la Premier League con el Liverpool. «Crecí viéndolo jugar».
El respeto y la admiración que el mediapunta, quien cumplirá 33 años, genera en el equipo nacional son evidentes. Díaz tenía apenas 17 años cuando James cautivó al mundo en el Mundial de Brasil 2014, ganando la Bota de Oro como máximo goleador del torneo y asegurando un traspaso al Real Madrid desde el Mónaco.
Para esta Copa América, las expectativas sobre James eran modestas, luego de una temporada discreta en el Sao Paulo, donde estuvo en segundo plano y casi fuera del club.
Sin embargo, premiado por la confianza del entrenador Néstor Lorenzo, James ha resurgido como la estrella de Colombia en el torneo, liderando al equipo hacia su primera final desde que ganaron como anfitriones en 2001.
Con un gol de penal y seis asistencias, James ha batido récords, incluyendo el de más asistencias en una edición de la Copa América. Su habilidad y liderazgo serán cruciales cuando Colombia enfrente a Argentina en la final en Miami.
«Quiero ser campeón. Sabemos que es un rival muy difícil, con experiencia en finales», afirmó James.
Su brillante desempeño con la camiseta colombiana contrasta con sus altibajos en clubes como el Real Madrid, Bayern Múnich y Everton. Dorival Júnior, su exentrenador en Sao Paulo, señaló que James se transforma al jugar para su país, donde se siente cómodo y apreciado.
Desde que asumió como técnico de Colombia, Lorenzo ha respaldado a James, dándole continuidad y confianza, lo que ha contribuido al récord de 28 partidos invictos del equipo.
James, por su parte, sigue enfocado en el desafío final: «Lo más importante está por venir, que es jugar esa gran final. Esperamos llegar en plenas condiciones».