Rafael Nadal dejó una huella imborrable durante su participación en la fase final de la Copa Davis, donde cada paso que daba despertaba peticiones de fotos y saludos, tanto de aficionados como de colegas. Su retiro, marcado por años de lesiones y un legado monumental, no pasó desapercibido para nadie, dentro o fuera del mundo del tenis.
A los 38 años, Nadal cierra su carrera tras caer junto a España en los cuartos de final contra Holanda, en lo que fue su último partido profesional. Botic van de Zandschulp, número 80 del mundo, fue el encargado de despedirlo con un marcador de 6-4, 6-4, y confesó que siempre admiró al español, como muchos jugadores actuales que crecieron viéndolo jugar. La dedicación, técnica y humildad de Nadal, tanto dentro como fuera de la cancha, lo convirtieron en un modelo a seguir para contemporáneos como Federer y Djokovic, así como para jóvenes promesas como Carlos Alcaraz.
Ben Shelton, de 22 años, recordó cómo de niño imitaba el estilo de Nadal, incluso usando sus atuendos y zapatillas. «Es el ejemplo perfecto de cómo manejarse dentro y fuera de la cancha, ganar con clase y aceptar las derrotas con dignidad», dijo el jugador estadounidense. Yannick Hanfmann, del equipo alemán, destacó la energía que Nadal transmite, señalando cómo todos querían capturar un momento con él en esta etapa final de su carrera.
Más allá de los números impresionantes —18 años entre los mejores 10 del ranking, 14 títulos del Abierto de Francia y 22 Grand Slams—, Nadal será recordado por su espíritu incansable, que lo llevó a luchar cada punto como si fuera el último. Su cortesía también quedó patente en pequeños gestos, como saludar personalmente al equipo de prensa en su última conferencia.
En su emotiva despedida en Málaga, Nadal reflexionó sobre su carrera: «Quiero ser recordado como alguien de un pequeño pueblo en Mallorca que siguió sus sueños con esfuerzo y dedicación. La vida me ha dado más de lo que imaginé, gracias al tenis».
Grandes figuras del tenis, como Iga Swiatek, destacaron el vacío que dejará su ausencia. Para ella, Nadal fue su única referencia en el deporte, una inspiración que será difícil de reemplazar. Carlos Alcaraz, considerado su sucesor natural, reconoció que Nadal lo dio todo hasta el final: «Es triste verlo retirarse, pero debemos celebrar todo lo que logró».
Con palabras como «pasión», «coraje» e «intensidad» repetidas entre los homenajes, el adiós de Nadal deja un legado que trasciende títulos, consolidándolo como uno de los mayores íconos del deporte.