
Redacción
EFE.- Autor del gol clave del partido, el que inició el renacer del Inter de Milán, el argentino Lautaro Martínez llevó a los suyos a unas Semifinales de la Champions League en las que se medirá al Barcelona tras otra exhibición gigante, esta vez ante un Bayern Munich (2-2, 4-3 global) que, por un momento soñó con la remontada en el Giuseppe Meazza de San Siro.
Cuando Harry Kane empató la eliminatoria (2-2 global) con su gol en el minuto 52, el estadio enmudeció. El 0-1 del delantero inglés provocó el miedo y la parálisis general en los interistas, que vieron cómo se esfumaban las Semifinales tras una gran primera mitad en la que supieron sobrevivir ante las acometidas de los bávaros.
Pero seis minutos después del gol de Kane, Lautaro empató con un gol de nueve puro al rematar un tiro de esquina con la cabeza pero Kimmich se interpuso en su camino. El balón que quedó suelto en el área tenía dueño y, con el empeine y la convicción de quien se sabe superior, Martínez fulminó a Urbig para desencadenar la locura en el Giuseppe Meazza, para descorchar el delirio durante 3 minutos decisivos (3-2 global).
DRAMA
Entró en trance el estadio italiano. También los jugadores de Simone Inzaghi, que olieron sangre y fueron a matar. Darmian rozó el gol con un disparo que sacó Dier bajo la portería y, en ese mismo tiro de esquina, llegó el 2-1 (4-2 global). Tuvo que ser Pavard, con la cabeza, el que matara a su exequipo. Aunque no se acordó demasiado porque lo celebró por todo lo alto.
Se volcó el Bayern en los compases finales. Con más corazón que cabeza buscó la épica para soñar con la final en su estadio. Encontró recompensa en el gol de Dier (4-3 global) y se fue más arriba. Le hizo dos goles a un equipo que había encajado solo 3 en lo que iba de competición. Pero no pudo doblegar a un Inter que apunta muy alto. Juega bien, sabe sufrir y, sobre todo, tiene a Lautaro. El Barcelona espera en Semifinales, con la Vuelta, de nuevo, en el Giuseppe Meazza de San Siro.