
Redacción
El Masters 1000 de Roma está siendo la antesala perfecta para Roland Garros. La última competición en arcilla antes del Grand Slam en París está dejando duelos de mucho nivel tanto en la ATP como en la WTA, con múltiples sorpresas y grandes actuaciones de algunos de los principales favoritos. Sin embargo, hay un escándalo que está sacudiendo esta competición.
Se trata de las apuestas deportivas, que llevan varios torneos ensuciando los partidos. Debido a las apuestas, múltiples espectadores se dedican a gritarle a los tenistas, bien sea para desconcentrarles si han apostado por la derrota o pidiéndoles que hagan cierto golpe si la apuesta ha sido más elaborada. Así viene ocurriendo en las últimas competiciones, en las que múltiples tenistas se han quejado por estos espectadores, pero en Roma viene ocurriendo durante casi todos los partidos y ha llegado a un punto crítico. La última en sufrirlo ha sido Aryna Sabalenka en su partido contra Zheng, en el que la bielorrusa ha caído eliminada.
El lío con las apuestas ensucia el Masters 1000 de Roma
Desde que comenzó el torneo en Roma ha habido varios casos de aficionados que desde las gradas del Foro Itálico intentan distraer y molestar a jugadores para ganar apuestas, como ya han sufrido algunos tenistas como Jakub Mensik, Alex De Miñaur o Jaume Munar, con aficionados intentando forzar su derrota. Lo mismo le ha ocurrido a Sabalenka cuando desde la grana le gritaron «Vamos Aryna, juega el tenis», en un tono burlesco que lejos de darle ánimo como si fuera un aficionado parecía una imposición para no perder una apuesta.
La número uno del mundo, que nunca se queda callada, respondió y gritó «cállate y vete a la mierda», unas palabras por las que recibió una amonestación del juez de silla. Finalmente, Sabalenka acabó perdiendo el partido, aunque no se cortó ante un público irrespetuoso del que cada vez se quejan más tenistas. Ante este lío, la Federación Italiana de Tenis (FITP) ha asegurado que castigará con la expulsión inmediata y de por vida del torneo a los espectadores que se dirijan a los tenistas sin respeto y con la intención de molestar, como ya ha ocurrido en el Foro Itálico.
De esta forma, las apuestas deportivas vuelven a captar demasiada atención durante un partido de tenis y con los protagonistas cada vez más cansados de tener que aguantar estos comportamientos desde las gradas.