
Redacción
El equipo suizo de esgrima con espada ha provocado una tormenta diplomática durante el Campeonato Europeo sub-23, por negarse a mirar la bandera israelí durante la ceremonia de entrega de medallas.
Tras la derrota ante Israel en la final en Tallin (Estonia), el cuarteto suizo, a diferencia de los israelíes y los italianos -que quedaron en tercer lugar-, no se giraron hacia las banderas durante el himno nacional del ganador. Los integrantes del equipo suizo (Ian Hauri, Théo Brochard, Jonathan Fuhrimann y Sven Vineis) rápidamente fueron acusados de enviar un mensaje político relacionado con el conflicto en Oriente Medio o al menos así se percibió en Israel.
Lo cierto es que las críticas se elevaron hasta las más altas esferas políticas. «Qué vergüenza para el equipo suizo por su comportamiento irrespetuoso», escribió el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Saar, en ‘X’. «No saben perder y se comportaron de una manera que los deshonra a ustedes mismos y a su país».
La Asociación Suiza de Esgrima emitió un comunicado el domingo por la mañana, en el que explicaban: “La Asociación Suiza de Esgrima no se muestra comprensiva con el equipo que se excedió en la ceremonia de premios para realizar una manifestación política. Sin embargo, cabe destacar que nuestros atletas felicitaron a los ganadores israelíes con gran deportividad tras la final”.
Swiss Fencing no ha concretado si se adoptarán medidas concretas contra estos deportistas. “En principio, la Asociación considera que las competiciones deportivas no son aptas para expresiones políticas, si bien los atletas pueden, por supuesto, tener su propia opinión personal sobre los acontecimientos mundiales”, añade el comunicado.
El Departamento Federal de Asuntos Exteriores de Suiza declaró haber tomado nota de la reacción del ministro de Asuntos Exteriores israelí. El embajador suizo en Israel, por su parte, felicitó al equipo israelí por el título conseguido.