Redacción
Foto: Imago7
La misma inoperancia, escasa producción y nula contundencia, pero esta vez un dudoso penal salvó a México de otro papelón en el Octagonal de la Concacaf y gracias a que el VAR «se quedó dormido», el Tri regresó al triunfo en el Estadio Azteca con marcador 1-0 ante Panamá, que más de un susto provocó, aunque el aire se les terminó en los últimos 25 minutos.
La noche tenía el mismo tinte que el fin de semana ante Costa Rica. Un combinado mexicano por momentos displicente, pareciendo «sobrado de talento» cuando en realidad prácticamente nadie hace la diferencia y el único que la refleja, Hirving Lozano, otra vez salió lesionado en un partido de la Selección, ahora por una mala caída.
México vs Panamá; así fue el partido
Si la eliminatoria rumbo a Qatar parece una calca de lo que vivió el Tri para Brasil 2014, el gol de Raúl Jiménez lo termina de confirmar. Hace nueve años con una chilena salvó a México contra Panamá en el Azteca y otra vez el atacante lo hizo, pero de penal para darle tranquilidad a una Selección que sufrió.
El Tricolor otra vez tuvo momentos de poca idea, se vieron demasiado erráticos al frente e incluso se salvaron de que los canaleros se llevaran el triunfo, pero para suerte de los aztecas la pólvora de los panameños estaba mojada y Memo Ochoa se plantó en grande bajo los tres palos.
La presión del juego anterior hizo que todo fuera tenso en el Azteca, se notaba en el campo, los jugadores por momentos se notaban nerviosos y jugadas de mero trámite las fallaban como una jugada clara de gol en el primer tiempo de RJ9, recortando de más hasta que le robaron la pelota. El Tri supo sufrir en los momentos de peligro de Panamá, también apareció la figura de Ochoa para hacer lo suyo y salvar su meta.
En el segundo tiempo México se adueñó de la pelota, la tuvo todo el tiempo, pero les faltó imaginación para que esa tenencia se convirtiera en peligro real, como ha sido la tónica en tantos juegos de la era Martino.
Con el pasar de los minutos todo se fue complicando, la desesperación de la gente tampoco ayudó y el VAR anuló un gol de Jiménez porque salió la pelota. Para colmo, el Chucky se fue hasta en camilla a los vestidores por una carga por la espalda en la que ni falta señalaron.
Casi sobre la hora, la luz al final del túnel apareció gracias a Diego Lainez, quien fue el reemplazo de Lozano. El del Betis provocó un penal dudoso que el silbante decretó sin ir al VAR y fue entonces que se notó la maestría de Jiménez desde el manchón penal, dando mucho aire y respiro al Tata Martino que dependía de este resultado.