
Redacción
Damiano Caruso protagonizó una jornada histórica en la Vuelta a Burgos 2025, adjudicándose en solitario la cuarta etapa, un recorrido de 162 kilómetros entre Burpellet y Regumiel de la Sierra, marcado por la media montaña. Con 37 años y 300 días, el italiano se convirtió en el corredor más veterano en ganar una etapa en esta competencia. Su victoria, además, puso fin a una sequía personal de mil 211 días sin triunfos (240 jornadas de carrera), lo que hizo aún más especial su hazaña. El mexicano Isaac del Toro llegó con el pelotón y mantuvo la diferencia en la clasificación general.
La etapa comenzó con varios intentos de fuga, siendo neutralizados los primeros ataques, hasta que se conformó un grupo de siete corredores en cabeza: Rui Oliveira, Ben Zwiehoff, Damiano Caruso, Rui Costa, Nickolas Zukowsky, Larry Warbasse y Javier Romo. Con el paso de los kilómetros, la ventaja de los escapados llegó a superar los cinco minutos, mientras el pelotón, controlado por el equipo Decathlon, mantenía un ritmo calculado para proteger el liderato de Bisiaux.
En el tramo decisivo, Caruso lanzó un ataque demoledor a 17 kilómetros de meta, rompiendo la armonía del grupo y marchándose en solitario. Superó el Alto del Cargadero con más de un minuto de ventaja, gestionó a la perfección el descenso y mantuvo su ritmo en el llano final hasta cruzar la meta con 3 minutos y 15 segundos de ventaja sobre el pelotón de favoritos. Por detrás, Rui Costa finalizó segundo y su compatriota Oliveira completó el podio, mientras Javier Romo fue sexto.
En la clasificación general no hubo cambios relevantes entre los líderes, ya que Isaac del Toro llegó junto al pelotón y conservó su tercera posición, a 26 segundos del francés Bisiaux, quien sigue vistiendo el maillot de líder antes de la jornada decisiva de mañana. La etapa también estuvo marcada por el abandono oficial de Nairo Quintana, quien no tomó la salida.
El triunfo de Caruso no solo fue una demostración de experiencia y fuerza, sino también una lección de perseverancia, confirmando que en el ciclismo, la edad no es un límite cuando el talento y la determinación se combinan. Ahora, con la general todavía abierta, la Vuelta a Burgos se prepara para su desenlace con un Bisiaux sólido, un Del Toro expectante y un pelotón dispuesto a dar batalla hasta el último metro.