
Redacción
El esfuerzo de Paula Badosa merecería una mayor recompensa, pero su final en Roland Garros acabó siendo dramático, un tanto cruel porque de acariciar la conquista del primer set pasó en unos instantes a ser arrollada por Aryna Sabalenka.
Badosa, 26 años y nº 139, ha confirmado en París las perspectivas positivas apuntadas en Roma, pero de allí se marchó de nuevo con dolor de espalda, precisando otra infiltración que le permitiera domar la lesión crónica lumbar y estar en el Grand Slam francés.
Muchos obstáculos, un vaivén de emociones. Incertidumbre. Mostró carácter guerrero remontando para llegar a la tercera ronda, donde no hubo compasión de su muy buena amiga bielorrusa, de la misma edad (26) y nº 2.
La bicampeona del Open de Australia, reciente finalista en la arcilla de Madrid y Roma, sólo superada por la polaca Iga Swiatek, se impuso por 7-5 y 6-1 en 1h.17′, metiéndose en octavos de un torneo en el que ya hizo ‘semis’ en 2023. El mejor resultado de Badosa continuará siendo la plaza en cuartos de 2021.
En un set inicial plagado de ‘breaks’, Badosa se adelantó primero 4-2 y 5-4 después. Sacó para cerrar, pero sufrió la tercera rotura de servicio. Era la dinámica de juego, pero de repente Sabalenka subió un peldaño la intensidad y el acierto, y se hizo definitivamente con la pista central, una Philippe Chatrier cerrada por lluvia y que la española pisaba por tercera vez en su carrera.
Parcial de 8-0 de Sabalenka, poderosa en el golpeo, como de costumbre, pero exhibiendo mejoría metiendo en su repertorio unas certeras dejadas. Fallando menos pese al riesgo que imprime a su tenis y que había que generar mucha fuerza en una jornada de condiciones lentas por la humedad y el frío.
Badosa se señalaba la sien, se pedía cabeza, pero también solicitaba a su box técnico, con Pol Toledo al frente, silencio, que le dejaran hacer a ella. La lucha de la de Begur consigo misma y el mundo. Las ilusiones, rotas.
Había base para soñar pese a que había perdido sus cuatro partidos más recientes con Sabalenka, con quien había hecho mucho partido en la tierra de Stuttgart, cuando se lesionó muscularmente en una pierna con 3-3 en el tercer set.
Pero Sabalenka se disparó, e hizo de la despedida de Badosa una pesadilla, con un parcial definitivo de 10-1. Del tenis español, en individuales sólo queda Carlos Alcaraz, que este domingo disputará los octavos de final contra el canadiense Felix Auger-Aliassime.
«Es duro jugar contra tu mejor amiga. Es una jugadora increíble que vuelve después de una lesión. Va a volver a lo más alto muy pronto. Es muy duro. Pero sabemos separar las cosas. En la cancha somos rivales. Intento no mirar al otro lado. Sólo intento centrarme en mí misma y aportar mi mejor juego. Son partidos duros contra ella», manifestó Aryna Sabalenka sobre conjuntar amistad y rivalidad con Paula Badosa.