
Redacción
La temporada 2025-2026 de los Boston Celtics estará marcada por la incertidumbre. El equipo no solo enfrenta los efectos de una necesaria reducción salarial impuesta por el nuevo convenio colectivo, sino también el impacto devastador de la lesión de su estrella Jayson Tatum, quien podría perderse el año completo por una rotura del tendón de Aquiles.
La ausencia del jugador franquicia obliga a Boston a reimaginar su identidad y estrategia para mantenerse competitivo en una Conferencia Este que no da tregua.
Jaylen Brown, el nuevo líder de Boston
Con Tatum fuera, todos los focos apuntan a Jaylen Brown. El escolta ya ha demostrado que puede cargar con la ofensiva del equipo cuando su compañero no está disponible: en 39 partidos sin Tatum, ha promediado 27.3 puntos, 7.1 rebotes y 3.9 asistencias, cifras que lo posicionan como una estrella capaz de liderar.
El entrenador Joe Mazzulla deberá ajustar su sistema ofensivo para poner la pelota más en manos de Brown, diseñando jugadas que le permitan atacar con libertad y asumir también funciones de creación. El éxito de la campaña estará directamente ligado a si Brown puede mantenerse en nivel All-NBA como primera opción ofensiva.
Recortes, traspasos y el nuevo mapa salarial
La lesión de Tatum coincidió con un rediseño profundo del plantel. Las nuevas reglas del CBA (Convenio Colectivo de la NBA) castigan con dureza a los equipos que superan el segundo umbral del impuesto de lujo, lo que obligó al presidente de operaciones, Brad Stevens, a actuar.
Salieron figuras clave como Jrue Holiday y Kristaps Porzingis, traspasados para aliviar el tope salarial. También se fueron Al Horford y Luke Kornet, que dejaron el equipo como agentes libres.
A cambio, llegaron jugadores con potencial pero menor impacto económico: Anfernee Simons y Chris Boucher. También se sumaron tres nombres del Draft 2025: Hugo Gonzalez, Amari Williams y Max Shulga. Incluso Georges Niang, aunque fue rápidamente reenviado a Utah.
Todo apunta a una temporada de transición: Boston intentará competir sin hipotecar su futuro financiero, apostando al desarrollo interno y la búsqueda de valor en contratos económicos.
El momento de los jugadores de rol
Además de Brown, el resto del núcleo deberá elevar su nivel. Derrick White será vital como segundo generador ofensivo y líder defensivo, mientras que Payton Pritchard, elegido Sexto Hombre del Año, tendrá la oportunidad de consolidarse con más minutos y protagonismo.
Las proyecciones externas no son optimistas: algunos analistas ubican a los Celtics en el puesto 12 del Este, fuera del Play-In. Pero dentro del vestuario, la mentalidad sigue siendo de campeonato.
Boston afronta un desafío inédito: por primera vez en años, no es favorito, ni siquiera contendiente claro. Sin embargo, la estructura competitiva, la cultura ganadora y el talento emergente permiten mantener la esperanza mientras se prepara el regreso de Tatum. La 2025-2026 no será una temporada cualquiera. Será un examen de carácter para una franquicia acostumbrada a la élite, que ahora deberá reinventarse sin su emblema.