
Redacción
Los dos temas más controvertidos en la liga de futbol mexicano: la multipropiedad y la suspensión del ascenso, sólo se resolverán por las reglas del mercado y no tanto por la presión de otras instancias. De acuerdo con el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Mikel Arriola, es bajo esa dinámica que ha empezado a desmontar-se el esquema tan criticado en el que una empresa opera más de un equipo. Y ese también será el único mecanismo que podrá garantizar el regreso del sistema para subir de categoría.
Para que regrese el ascenso a la Liga Mx, Arriola advierte que primero se necesita asegurar una serie de condiciones económicas que permitan incorporar más equipos, pero sin afectar la inversión de los clu-bes que han ayudado a mejorar el valor de la Primera División.
Más allá del proceso de certificación, muy criticado por los dueños de equipos de la antes Segunda División, el presidente de la Liga Mx asegura que la única salida posible, real y concreta, es la centralización de los derechos de transmisión que hoy pertenecen a cada club. Permitir que la liga los administre, señala, haría posible una distribución más equitativa de los beneficios y ayu-daría a los clubes con finanzas menos sólidas a participar en condiciones más competitivas.
“Sin centralización de los derechos de transmisión, no hay posibilidad real de ascenso.
Tenemos que entender que la liga de la categoría menor suele estar crónicamente quebrada. La volatilidad de un certamen en el que no terminaban todos los equipos que iniciaban, entre otra razones, fue lo que determinó que se cerrara el ascenso y que durante ese tiempo se otorgaría un subsidio para que los clubes lo invirtieran en infraestructura. Y aun con ese subsidio, 80 por ciento de los planteles de la Segunda División siguen operando en números rojos», remata.
La decisión de suspender temporalmente el ascenso y descenso en el futbol mexicano se dio tras la crisis que produjo la pandemia de covid-19. Los dueños decidieron cerrar esa puerta por cinco años, una medida que se tomó durante la gestión de Enrique Bonilla como presidente de la Liga Mx. La pausa, sin embargo, sigue vigente y se planea que será después de 2026 cuando vuelva a aplicarse el formato tradicional.
Sin presiones
En cuanto a la multipropiedad, otro tema al que se atribuyen muchos males del futbol mexicano, esos cambios ya empiezan a darse, asegura Arriola, sin embargo, éstos no ocurren por la presión de la FIFA, cuyo reglamento impidió que el León participara en el Mundial de Clubes por pertenecer a los dueños del Pachuca, que también competía en ese torneo. Y tampoco por la intervención del Tribunal de Arbitraje Deportivo, que al final no le dio la razón al equipo esmeralda en la querella tras su expulsión de ese torneo.
La sorpresiva venta del Querétaro por parte de Grupo Caliente ocurre porque la situación del negocio de la Liga Mx así lo permitió. Arriola considera esto como un argumento sólido de su hipótesis. Recuerda que cuando quisieron obligar a vender el club por el incidente de violencia en el estadio Corregidora y buscaron regular el precio, todo salió mal. El equipo se devaluó y nadie quería arriesgarse con una compra que carecía de todo interés.
«Cuando intentamos poner reglas para vender al Querétaro, después de los actos de violencia en su estadio, el equipo perdió valor significativamente, expone; nos dimos cuenta que esto sólo se resuelve si ayudamos al mercado y hacemos más atractiva la Liga Mx».
Eso fue lo que atrajo a la firma del empresario estadunidense Mark Spiegel, quien compró a Gallos Blancos en una suma récord de alrededor de 150 millones de dólares. Esta es la primera vez que un fondo de ese país asume por completo el control de un club de la liga mexicana y fue aceptado por la junta de dueños.
Querétaro pasó de valer 70 millones de dólares a alcanzar la mayor cifra por la compra de un equipo en la historia del futbol mexicano, aclara Arriola.
Esto también refleja una nueva forma de gestión en la industria del balompié local, donde hoy no existen restricciones para que inversionistas de cualquier país puedan adquirir por completo algún equipo. Dado el caso, y como es tendencia en los deportes en otras regiones del mundo, un jeque con una fortuna ligada al petróleo bien puede comprar un club en nuestro país si así conviene a sus intereses.
Como evidencia de que el proceso de desmantelamiento de la multipropiedad está en marcha, el titular de la Liga Mx aludió a la puesta en venta del Atlas por parte de Grupo Orlegi, propietario de Santos.
Orlegi lleva un proceso muy ordenado para vender al Atlas y pronto se sabrá de un posible comprador y seguro será por una cifra interesante, plantea Arriola.
Sólo queda por saber qué sucederá con los otros dos grupos empresariales que poseen más de un equipo en la liga. Los dueños del Pachuca al parecer no quieren dejar de operar parte de las acciones del León y tampoco hay eviden-cia de que Grupo Salinas pretenda deshacerse de alguno de sus clubes, Mazatlán y Puebla.