La Semana 12 de la NFL arranca este jueves con un enfrentamiento determinante dentro de la AFC: los Bills de Buffalo visitan a los Texans de Houston en el tradicional Thursday Night Football, un choque donde ambos equipos buscan fortalecer sus aspiraciones de postemporada, aunque en contextos muy distintos.
Para Buffalo, el encuentro representa la oportunidad de romper una larga racha negativa, pues no ganan en territorio texano desde hace casi dos décadas. Con Josh Allen como figura central de su ofensiva, los Bills llegan con un dato contundente: cada vez que superan los 20 puntos en la presente temporada, terminan imponiéndose. Esa cifra vuelve a ser el umbral que necesitan alcanzar para aumentar sus probabilidades de victoria.
Sin embargo, la misión no será sencilla. La defensa de Houston ha sido una muralla prácticamente todo el año, permitiendo más de 20 puntos únicamente en dos partidos. Además, ningún mariscal rival ha logrado lanzar más de 250 yardas ante los Texans, quienes presumen un promedio de apenas 171 yardas aéreas concedidas, el tercero mejor de la liga. Aun así, Allen llega en un momento sólido, con tres juegos consecutivos superando las 250 yardas por aire.
Del lado texano, el reto es aún mayor. La ausencia de C.J. Stroud obliga al equipo a confiar nuevamente en Davis Mills, quien asumirá los controles ofensivos en este encuentro. Mantener el balón, reducir errores y aprovechar las series largas serán factores imprescindibles para que Houston pueda equilibrar el duelo frente a uno de los ataques más explosivos de la conferencia.
