Redacciòn
Como en sus viejos y mejores tiempos hace una década, el escocés Andy Murray avanzó a la tercera ronda del Abierto de Australia al batir al local Thanasi Kokkinakis en un épico partido con parciales de 4-6, 6-7 (4/7), 7-6 (7/5), 6-3 y 7-5 en 5 horas y 45 minutos, siendo el británico idolatrado por los asistentes a la grada.
Kokkinakis parecía encaminarse al triunfo ante el medallista Olímpico de Oro en Londres 2012, pero el punto de inflexión llegó en el tercer set con parcial de 2-0 para el australiano.
Andy Murray se defendió «como gato boca arriba» y firmó el que desde ya es candidato para punto del año.
El local reventó su raqueta del coraje en la pista mientras el escocés, número 66 de la ATP, aupaba a los asistentes haciendo gesticulaciones de que no escuchaba la tremenda ovación tras asegurar su primer punto de la manga, a partir de entonces montando la remontada inolvidable.
«Ha sido increíble, él ha servido muy bien, pero yo he jugado cada vez mejor y sí, tengo un gran corazón. Ganar dos sets ya lo he hecho, por lo que me apoyé en mi experiencia, en mi amor hacia el juego y a la competición», señaló Murray, que ya había necesitado 4 horas y 49 minutos para sorprender al italiano Matteo Berrettini (14º ATP).
Kokkinakis ganaba 5-2 en la tercera manga y sirvió para el partido, pero Murray alcanzó el tie-break y se lo llevó en su primera bola de set. A continuación igualó a dos sets y llevó a Kokkinakis al quinto, en el que con un gran golpe de derecha fue capaz de lograr el break y situarse 6-5, para servir por el partido.