Redacción
El supertifón Fung-wong tocó tierra en la costa noreste de Filipinas este domingo, dejando a su paso un saldo provisional de dos muertos, más de un millón de evacuados y cuantiosos daños materiales.
El fenómeno natural golpea a un país que aún se recupera del reciente paso del tifón Kalmaegi, el cual dejó al menos 224 fallecidos.
La Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y Astronómicos de Filipinas (PAGASA) estimó que Fung-wong tocó tierra cerca de la ciudad de Dinalungan, con vientos máximos sostenidos de 185 kilómetros por hora cerca del centro y ráfagas de hasta 230 kilómetros por hora.
Los dos fallecidos fueron identificados en las provincias orientales de Catanduanes y Samar. Uno de ellos murió por inundaciones repentinas y el otro fue sepultado por escombros arrastrados por la supertormenta.
Las provincias del norte están siendo azotadas por vientos destructivos, fuertes lluvias y marejadas ciclónicas.
La zona metropolitana de Manila también sufre fuertes vientos y lluvias torrenciales. La Oficina de Defensa Civil (OCD) estimó que el fenómeno podría afectar a más de 60 millones de personas, instando a la población a seguir una serie de medidas de evacuación preventiva.
