
Redacción
América gana, pero solo eso, hay poco que descartar de las Águilas, fuera de una buena acción que acabó en el gol que dio el triunfo ante Querétaro por 1-0, el rendimiento de los azulcrema sigue siendo plano, muy lejos de lo que este equipo llegó a mostrar en sus mejores horas.
Después de cuatro meses de hilar duros golpes, el camino a la redención ha empezado para las Águilas, el cuadro de Jardine tenía la voluntad de cambiar su pasado reciente en Leagues Cup, era la oportunidad para hacerlo cuando enfrente estaba el equipo más débil del curso.
Los de Coapa salieron con un equipo de corte agresivo, incluso con dos centros delanteros como Henry y Zúñiga, pero el tema fue el mismo de los últimos encuentros: un conjunto al que le falta fluidez y continuidad, mayor capacidad para la creación de peligro.
En el partido de las casi cuatro horas, porque el inició se dilató por la amenaza de tormenta eléctrica, una hora y 45 minutos después rodó la pelota.
Un chispazo de inspiración
América tuvo un buen arranque, tomando en consideración que el rival en turno era bastante débil, encontró muy pronto el gol. Apenas al minuto 6, Dagoberto Espinoza controló el balón casi pegado a la raya, el lateral derecho tomó aire y arrancó, se fue de dos rivales, entró al área y después un rival más, entonces chutó con la pierna derecha, en una cuestión de segundo montó una jugada llena de desparpajo, salió a relucir su alma de volante, mandó la pelota al fondo en una jugada de crack que auguraba una noche tranquila.
Y vaya que lo fue, porque después de eso el partido cayó en una monotonía hasta cierto punto excesiva, escasearon las ocasiones de gol, no solo en la portería de Malagón que apenas tuvo una intervención en un tiro libre.
También en la de Querétaro, porque este América adolece de manera seria de esa capacidad creativa, tiene la pelota, pero no la fluidez, la voluntad de Brian no basta y el mismo Rayo va perdiendo intensidad. Zúñiga y Henry con poco peso y encima el capitán dejó escapar la posibilidad de estrenarse en el torneo cuando erró un penal antes del descanso, un jalón de Villanueva sobre La Bomba fue sancionado por el árbitro, Adonai Escobedo, pero Allison ganó el mano a mano, adivinó el lado del lanzamiento y tapó el tiro de Henry.
Tres puntos, solo eso
En el complemento el guion no cambió, las Águilas mantuvieron el dominio, los Gallos carecieron de peligro, su preocupación era evitar más daño, lo hicieron bien, porque cerraron los espacios, aunado a que este América no tiene chispa, no tiene arrebato, no tiene desequilibrio.
Zendejas se perdió una ocasión en el área, muestra de que uno de los jugadores que hace unos meses era de lo más fino, hoy también vive un bajón futbolístico como el de muchos de sus compañeros.
América se lleva tres puntos, solo eso, porque una vez más confirma que le hace mucho trabajo por delante. André Jardine está convencido que logrará recuperar la mejor versión de su equipo para cuando lleguen los momentos determinantes, capacidad tiene para ello, pero nunca como hasta hoy su equipo necesita muchas horas de laboratorio.
Habrá que ver cuánto llega a crecer con el aporte de Allan Saint-Maximin, pero luce complicado que un solo jugador pueda cambiar la dinámica de todo un club, aunque algo debe mejorar.