
Redacción
Una de las claves que han utilizado los mexicanos para desbancar a los chinos del primer lugar, es el alto grado de dificultad, situación que demostró Randal Willars con medalla de oro el pasado fin de semana en la Copa del Mundo de Clavados Guadalajara 2025.
En la última ejecución de su serie, Willars realizó un salto de cuatro y media vueltas al frente en posición B (cuerpo carpado), y con 4.1 grado de dificultad; en ese clavado obtuvo una puntuación de 8.5 y 9 para un total de 104.55 y que le sirvió para afianzar el sitio de honor.
“Digamos que todos apostamos por los mismos factores determinantes, por la calidad, la cual engloba todo, la calidad del cuerpo, que sea delgado, potente, explosivo y rápido, además del componente del grado de dificultad, por lo que si tienes una buena preparación del físico va a elevar tu grado”, comentó Iván Bautista, entrenador de clavados.
Para sumar puntos
Era un riesgo, pero el clavado bien ejecutado le haría sumar puntos y poder superar a los chinos, algo que siempre había sido el «dolor de cabeza».
“No nada más es ejecutar uno de alto grado, sino que debes ver que te arroje puntos, a final de cuentas lo que definirá es el puntaje que hagas, entonces los chinos sí le apuestan a la calidad, porque ellos a veces no meten mucho grado de dificultad”.
«Ha pasado mucho en los hombres, que llevan dos Juegos Olímpicos apostando a la calidad para sacar calificaciones de 10, pero ahora con la presencia de Randal Willars no será tan fácil que con ese componente ganen, pero a ver qué hacen”.
El entrenador recordó que Iván García y Germán Sánchez, también ejecutaron en Londres 2012 un clavado de 4.1 grados de dificultad y que fue clave para que se quedaran con la medalla de plata en la prueba de plataforma sincronizada.
Un salto imponente
El salto de cuatro y media vueltas adentro en posición C, lo ejecutaron en el cuarto salto y sirvió para recuperar posiciones, ya que en el tercero se encontraban en el quinto peldaño. Así, con calificaciones de 7.5 y 8, los saltarines subieron a la segunda posición y en la cual permanecieron hasta terminar la serie.
“Hay clavadistas que por su forma corporal se les da hacer determinado clavado. Iván García tenía sus piernas muy delgaditas, sus muslos y su cuerpo, igual Germán Sánchez con cuerpo delgado, lo cual hizo que se agruparan y se compactaran en una posición de bolita, que les permitió mayor rotación y tener más espacio para meter una vuelta más”.
“Después de los 14 años el cuerpo está más preparado para un clavado de ese tipo y tienes que prepararlo por un año y medio o dos, tanto en componentes de fuerza y flexibilidad. Además, debes ser valiente y tener fortaleza mental para sacarlo, porque en todo hay miedo, pero cuando van sintiendo la facilidad por el trabajo de la fuerza y la preparación especial, se van animando”.
Además indicó que en ese tipo de saltos hay riesgos, como quedarte fuera de un podio si se ejecuta mal o sufrir una lesión cuando lo estás entrenando.
Mentalidad sólida
“A veces el factor miedo y de inseguridad hace que dudes de ti en unos segundos, por lo que sí se llegaron a pegar en el agua, afortunadamente no en la plataforma. Con ese clavado de cuatro y medias adentro en posición C, era pasar a dos centímetros de la cabeza a la plataforma”.
“Son tantas repeticiones y es una maestría de movimiento que van a la perfección, pero en una distracción si puede ser muy peligroso. Afortunadamente no pasó nada, sólo golpes en el agua, pero así es esto, son gajes del oficio. Tienes que estar al 100 por ciento de tu capacidad física para ejecutar esos clavados, no tener lesiones”.