
Álex Palou ya es leyenda viva del automovilismo. Con un tercer puesto en Portland, el piloto catalán aseguró su cuarto título en la IndyCar, la principal categoría de monoplazas en Estados Unidos —solo por detrás de la Fórmula 1 en jerarquía—.
A dos carreras del final, Palou acumula ocho victorias en 15 fechas y, si gana las dos restantes, igualará el récord de AJ Foyt y Al Unser de diez triunfos en una sola temporada. Además, este 2025 inscribió su nombre en la historia como el primer español en ganar las 500 Millas de Indianápolis.
“Es increíble, es una locura. No podría estar más feliz. Cinco años con Ganassi, cuatro títulos… no tengo palabras para describir lo agradecido que me siento hacia todos”, declaró Palou, quien lidera con el equipo Chip Ganassi Racing al igual que lo hizo el escocés Dario Franchitti en su época dorada.
El único rival que podía arrebatarle la corona era el mexicano Pato O’Ward (Arrow McLaren), pero una falla mecánica en Portland lo dejó sin opciones. Palou aprovechó para atacar en pista, recortó 20 segundos a los líderes y selló el campeonato con una actuación sólida.
Fuera de la pista, su carrera también ha estado marcada por tensiones legales. En 2022 rompió con McLaren, que lo demandó por 30 millones de dólares por incumplimiento de contrato. El litigio sigue en Londres, pero Palou asegura que su futuro está en IndyCar y no en Fórmula 1:
“Ya no me atrae. Aquí disfruto manejando, celebrando con mi gente. La F1 es todo lo contrario”, afirmó.
A los 28 años, Palou combina éxito deportivo, estabilidad personal y el reconocimiento internacional. Este año, la imagen del piloto celebrando en Indianápolis junto a su esposa Esther Valle y su hija Lucía se convirtió en símbolo de una carrera que ya se cuenta entre las más brillantes del automovilismo español.