
Redacción
La Noria, una vez más, se convirtió en el epicentro de la pasión celeste. Con el aliento de su grupo de animación, Cruz Azul se preparó para enfrentar uno de los desafíos más importantes de su historia reciente, respaldado completamente por una afición que nunca ha dejado de creer en un trofeo internacional más en sus vitrinas.
El apoyo cementero volvió a desbordarse en las instalaciones del club cruzazulino. A tan solo un par de días de la final de la Concacaf Champions Cup 2025 ante Vancouver Whitecaps, la afición se congregó en el centro de entrenamiento y brindó un emotivo banderazo, que mostró una fe inquebrantable por al menos un título en el semestre, después de que se esfumara el sueño del doblete.
Desde muy temprana hora, cientos de seguidores se dieron cita al sur de la Ciudad de México sin importar que fuera un viernes en horario laboral. Con cánticos, banderas, tambores, bombas de humo y varios telones, los aficionados crearon un ambiente de aliento incondicional hacia los jugadores y cuerpo técnico.
Afición de Cruz Azul los acompaña en el último entrenamiento para la Final de Concacaf
Los jugadores, visiblemente emocionados y después de realizar algunos entrenamientos, se acercaron a agradecer el gesto mientras salía de la tribuna una manta con la leyenda “El Gigante de México”, con las seis estrellas que han conseguido en la Concacaf (1969, 1970, 1971, 1996, 1997, 2013-14), que lo convierten en el segundo equipo más ganador de la zona, sólo por abajo de las Águilas. Además salieron bombas de humo en color verde, blanco y rojo, como equipo mexicano que peleará por la séptima estrella ante un club de la MLS.
Hombres como Ignacio Rivero, Carlos Rotondi, Kevin Mier, Gonzalo Piovi y Willer Ditta, fueron los que más estuvieron en escena, junto a los seguidores, que a pesar de la eliminación en Liga MX a manos de América, demostró que el vínculo sigue fortalecido en cada rubro de la institución.
Este banderazo no solo representó un acto de apoyo, sino también una muestra del compromiso y la esperanza que la afición deposita en su equipo. La final ante Vancouver es vista como una oportunidad para que Cruz Azul reafirme su grandeza en el ámbito internacional y sume un nuevo título a su palmarés.