Redacción
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James Harden prometió que jamás jugaría para un equipo que estuviera a cargo de Daryl Morey, presidente de los Philadelphia 76ers.
Philadelphia debe haberle quedado claro que Harden tiene previsto cumplir con su palabra. El base disgustado se perdió todo el programa de pretemporada del equipo tras exigir que se le cediera mediante un canje.
Harden, quien según el reporte oficial está fuera por motivos personales, no practicó con los Sixers esta semana. El astro barbado, tres veces campeón anotador de la NBA, no estuvo en el Wells Fargo Center el viernes por la noche para el último encuentro de pretemporada ante Atlanta.
Los Sixers prevén abrir su temporada el jueves ante Milwaukee. Visitan a Toronto antes de disputar su primer duelo como locales, el 29 de octubre ante Portland.
El entrenador Nick Nurse, en su primera temporada luego de cinco años con Toronto, se prepara para disputar encuentros sin Harden.
Harden y los 76ers no son ajenos a las situaciones conflictivas. La estadía de Harden en Houston, donde trabajó por primera vez con Morey —entonces el gerente general— incluyó los títulos de máximo anotador y el premio al Jugador Más Valioso de 2018.
Harden ha dicho que parte de su descontento se deriva de que pensó obtener un contrato de largo plazo con los Sixers después de la campaña pasada. Éste nunca llegó, lo que llevó a la exigencia de un canje.
El jugador pudo haber rechazado la opción para renovar el contrato y probar el mercado de agentes libres. Sin embargo, eligió la opción de 35.6 millones de dólares con los 76ers para esta campaña, con el deseo de forzar el canje.