Redacción
Los Angeles Clippers tienen una misión y en la misma James Harden juega un papel fundamental. Tras muchos años pareciendo que podían ser lo que nunca eran finalmente, ahora encaran la temporada 2025-26 con el convencimiento de que puede ser su año, algo que depende como en todos los casos no solo de rendimientos individuales, sino de que la salud acompañe. Por ello, Tyronn Lue no ha dudado a la hora de forzar el paso atrás de estrella, quien de igual modo mira con ambición a la temporada que ya asoma.
El base de los angelinos está acostumbrado no solo ha vivir auténticas –el curso pasado fueron 35,3 minutos por noche– y a ello añade que cuando está en pista el juego pasa siempre por sus manos. Con tal demanda por parte del equipo, hubo momentos en los que se le vio agotado, como al final de la serie de playoffs ante Denver Nuggets. Pues bien, Lue anuncia que eso se ha acabado y que regulará los esfuerzos de La Barba desde el primer día.
«Realmente es algo que no queríamos, pero tuvimos que hacerlo. Tuvo que esforzarse demasiado para que tuviéramos éxito, para intentar ganar partidos, para intentar mantenernos a flote mientras Kawhi estaba de baja. No queremos que James tenga que volver a hacer eso todo el año», expresa el head coach de los californianos, basando su argumento en que el equipo ya demostró en la recta final de la 2024-25 que puede jugar de otra manera.
«Habrá partidos en los que tenga que hacerlo, pero creo que en los últimos 25 partidos de la temporada pasada, cuando Kawhi regresó, fuimos el número 2 en ataque y el número 1 en defensa. Podremos anotar cuando todos estén sanos y que todo funcione a la perfección sin forzar a James, Así que no queremos que tenga que salir todas las noches y hacer todo lo que hizo el año pasado por nosotros», sentencia.
¿Son mejores los Clippers?
Puede ser. En verano han perdido a Norman Powell y Drew Eubanks (cortado), pero se han hecho con los servicios de Brook Lopez, John Collins, Bradley Beal y Chris Paul. Sí, suman más talento y veteranía para lo que puede ser su gran asalto, ya que este proyecto es de recorrido limitado con una plantilla que tiene hasta ocho jugadores por encima de los 30 años (los de CP3 son 40). No extraña que Lue quiera medir al milímetro la exigencia que pone en cada una de sus piezas.
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