
Redacción
Las Águilas han encadenado una serie de fracasos en diferentes torneos, tanto nacionales como internacionales, que le han golpeado en lo anímico y futbolístico.
El 2025 está siendo un año de pesadilla y amargura para el América, si en el 2024 se encargó de ratificar su grandeza abriendo una y otra vez las vitrinas; en lo que va de este año van de tropiezo en tropiezo.
No son los mejores días para el conjunto azulcrema que desde el martes se supo eliminado de la Leagues Cup, algo que fue tomado con cierto pesar, porque se quería componer el rumbo, pero también se asumió que fue su propia responsabilidad en los primeros dos juegos lo que les impidió seguir adelante.
La debacle azulcrema detonada en cuatro meses
Han sido cuatro meses en los que los azulcrema han sido saco de golpes, porque pasaron del paraíso al purgatorio sin pagar peaje. Todo inició el 8 de abril, cuando fueron eliminados por Cruz Azul en la Champions Cup de la Concacaf en cuartos de final. Un mazazo porque la prioridad que había marcado el dueño para este año era trascender en el plano internacional. Ahí, automáticamente se perdió también la posibilidad de asistir a la Copa Intercontinental en el mes de diciembre.
Todas las baterías se enfocaron en la Liga MX, en seguir haciendo historia en el torneo local, lo hicieron a medias, porque sí bien el equipo llegó a su cuarta final en fila (algo que nadie ha hecho en la historia de los torneos cortos) se perdió con Toluca el 25 de mayo la oportunidad de lograr un tetracampeonato.
Una semana después el trance fue más grande, porque la FIFA le concedió una bala para estar en el Mundial de Clubes, solo debía ganarle al LAFC un partido. Todo a cara o cruz para el equipo más grande y más ganador del futbol mexicano, pero cayó cruz, porque el 31 de mayo los angelinos lo dejaron sin la posibilidad de estar en esa pasarela internacional que tanto se deseaba, aunado a qué se perdieron como mínimo 10 millones de dólares.
Tras las vacaciones, se despejó la mente, se cargaron baterías, se fueron y llegaron jugadores, porque así es la dinámica del futbol, pero en Coapa se extravió la esencia de los últimos tiempos, y el pasado 20 de julio se perdió el Campeón de Campeones ante el Toluca. Otro golpe anímico y futbolístico, otra sensación de amargura, ese sabor que hacía tiempo no se vivía en el Nido.
Y apenas este 5 de agosto, aún sin jugar su partido contra Portland en la Leagues Cup, las Águilas se fueron a la cama con la noticia de que estaban eliminados de otro torneo internacional. Sí, cuatro meses que se han convertido en cadenas de amargura para los azulcrema.
¿Qué le espera al América en el futuro inmediato?
Ahora, no hay más que enfocarse de lleno en la Liga, recuperarse en lo anímico, pero sobre todo en lo futbolístico, porque la realidad es que el bajón futbolístico del equipo es algo evidente y hasta cierto punto natural, pero también es el momento para que el propio André Jardine muestre su capacidad de gestión y que los jugadores demuestren su calidad y el porqué están en América. Es ahora cuando se necesita personalidad y carácter.
De aquí a diciembre lo único que le queda al América es recuperar el protagonismo extraviado y pelear por ser candidato al título, que paradoja, si las Águilas llegan a la final harán historia al alcanzar su quinta final consecutiva. El primer paso es vencer a Querétaro este sábado. Camino hay por labrar.