
El ciclista mexicano Isaac del Toro volvió a brillar, esta vez por un noble gesto en la edición número 102 de la Clásica de Ordizia, celebrada en España. Aunque lideraba la carrera en los últimos metros, decidió frenar y ceder el triunfo a su compañero de equipo, Igor Arrieta, en una muestra de compañerismo que no pasó desapercibida en el mundo del ciclismo.
Ambos corredores forman parte del UAE Team Emirates, escuadra que dominó completamente la jornada al colocar a tres de sus ciclistas en el podio. Tomás Morgado fue quien completó el trío ganador. Sin embargo, todos los reflectores se enfocaron en Del Toro, quien, mientras animaba a Arrieta con un «¡venga, venga, disfrútalo!», lo acompañó hasta la línea de meta, donde se fundieron en un emotivo abrazo montados en sus bicicletas.
Gracias a este gesto, Arrieta consiguió su primera victoria como profesional, mientras que Del Toro reafirmó su calidad dentro y fuera de las pistas, consolidando una temporada en la que también ha destacado por su rendimiento en el Giro de Italia y su victoria en la Clàssica Terres de l’Ebre.
La Clásica de Ordizia, con sus 165 kilómetros de recorrido, es la competencia más longeva del ciclismo español, y en esta ocasión fue testigo de una historia que va más allá del triunfo individual.