
Redacción
La novela del mercado NBA tiene un protagonista inevitable: LeBron James. A los 40 años y con 23 temporadas en la espalda, el máximo anotador de todos los tiempos optó por seguir un año más con los Lakers a cambio de 52.6 millones de dólares. Pero la historia parece estar lejos de cerrarse ahí.
Mientras en Los Ángeles ya pusieron a Luka Doncic como nueva cara de la franquicia, los rumores sobre una salida de LeBron no paran de multiplicarse. La reciente visita del Rey a las instalaciones de Cleveland Cavaliers encendió una chispa emocional que hoy tiene forma de posibilidad concreta.
Según informó Hoops Wire, Cleveland estaría interesado en repatriar al hijo pródigo, pero sólo bajo una condición: que James logre un acuerdo de buyout con los Lakers y quede libre. El alto contrato del alero —52.6 millones para la 2025-26— hace inviable cualquier intento de traspaso para los Cavaliers, que ya dejaron en claro que no sacrificarán piezas clave ni el futuro del equipo en una operación de ese calibre. Por ahora, la opción está atada al deseo de LeBron y a las voluntades cruzadas de una franquicia que ya no lo considera esencial en su reconstrucción.
La relación entre James y la franquicia angelina parece haberse enfriado con velocidad. Los Lakers ni siquiera le habrían comunicado al jugador el traspaso de Anthony Davis por Luka Doncic, en una movida que no sólo definió un nuevo rumbo deportivo, sino que además acompañó el multimillonario traspaso de propiedad del equipo. En este contexto, su continuidad parece más simbólica que real, y algunos incluso especulan con que ambas partes buscarán una salida anticipada.
“LeBron quiere competir por un campeonato”, dijo Rich Paul, su histórico agente, dejando en claro que la ambición del Rey sigue intacta. Y si bien el romance con los Lakers parece entrar en sus capítulos finales, el relato aún puede tener un giro emotivo. Cleveland lo espera. El desenlace está en manos del propio LeBron.