
En su cuarta final, la veterana pareja formada por el español Marcel Granollers y el argentino Horacio Zeballos se proclamó campeona de Roland Garros, este sábado tras derrotar en la final a los británicos Joe Salisbury y Neal Skupski; 6-0, 6-7 (5/7) y 7-5.
Tras dos horas y 22 minutos Zeballos y Granollers levantaron la Copa de los Mosqueteros después de tres años consecutivos siendo eliminados en semifinales. En esta ocasión parecían encaminados a un desenlace rápido, pero finalmente les tocó sufrir para llevarse la victoria.
«Jugué una vez contra Rafa (Nadal) en esta cancha, en 2010, y obvio que perdí. Pero hoy, por suerte, fue diferente. Me llevo uno de los mejores momentos de mi carrera», dijo Zeballos emocionado en la entrega de trofeos.
«Gracias a mi compañero, jugamos hace mucho tiempo juntos y nos divertimos, intentamos dar lo mejor cada día. ¡Vamos!», añadió.
«Hemos sufrido juntos, gracias compañero, estoy muy contento, es un gran momento», le devolvió Granollers, doblista habitual del equipo español de Copa Davis.
Tras haber ganado nueve títulos ATP Masters 1000, el más reciente en mayo en Madrid, la exitosa pareja hispano-argentina por fin alzó un ‘grande’.
«Envejecemos como el mejor vino», avisaba Zeballos, de 40 años, tras lograr el trofeo en la capital española.
Este sábado bajo el techo retráctil de la Philippe Chatrier disputaba junto con Granollers, de 39 años, su cuarta final del Grand Slam tras quedarse a un paso del título en el US Open de 2019 y en dos ocasiones en Wimbledon, 2021 y 2023.
Granollers disputó su segunda final en París tras la que perdió en 2014 con su compatriota Marc López.
Rosco de inicio
Con la confianza de haber ganado 15 de los 18 partidos de la gira de tierra que se cierra en Roland Garros, los quintos favoritos pasaron por encima a los octavos cabezas de serie con un rosco en el primer set.
La segunda manga entró en parámetros más lógicos, con ambas parejas defendiendo con éxito su servicio hasta el ‘tie-break’, conquistado por Salisbury y Skupski.
Los británicos habían terminado por subirse a las barbas de la dupla hispano-argentina y arrancaron la manga decisiva con su primera rotura del partido, además con juego en blanco.
Granollers y Zeballos la devolvieron para dirigirse a un emocionante desenlace tras su segunda rotura de la manga.
Largo abrazo y lágrimas en la Chatrier para los cuarentones Granollers y Zeballos, por fin campeones de Grand Slam.