
Valve continúa demostrando que su apuesta por el gaming en Linux va en serio. SteamOS, su sistema operativo basado en Linux y desarrollado originalmente para la consola portátil Steam Deck, ha comenzado a posicionarse como una alternativa sólida a Windows para jugar en PC, incluso en equipos de gama media o baja.
Una reciente prueba realizada por un canal especializado en tecnología puso a SteamOS a prueba en una PC económica equipada con un procesador Intel Core i5-12400F, una tarjeta gráfica Radeon RX 6500 XT, 16 GB de RAM DDR4 y un SSD NVMe. Los resultados fueron sorprendentes.
Resultados que superan a Windows en algunos casos
Forza Horizon 4 corrió en SteamOS a 96 FPS en promedio con calidad ultra en resolución 1080p, e incluso alcanzó picos superiores a los 100 FPS. En comparación, en el mismo hardware con Windows 10, el juego solo alcanzó 61 FPS. Otros títulos también mostraron un rendimiento competitivo: Shadow of the Tomb Raider logró 78 FPS en calidad alta (contra 73 en Windows), mientras que Black Myth: Wukong alcanzó 42 FPS con los ajustes al mínimo (frente a 37 en Windows).
Si bien algunos juegos como Counter-Strike 2 tuvieron un rendimiento ligeramente inferior en SteamOS (183 FPS frente a 223 en Windows), la mayoría de las pruebas favorecieron al sistema operativo de Valve, demostrando que una plataforma optimizada específicamente para videojuegos puede competir —e incluso superar— a Windows en ciertos escenarios.
Claves del buen desempeño: optimización y compatibilidad
Uno de los factores determinantes fue la optimización del sistema y la selección del hardware. SteamOS se instaló sin problemas utilizando una tarjeta gráfica Radeon RX y una unidad SSD NVMe, elementos que parecen ser clave para una experiencia fluida. Intentos previos de instalación en un SSD SATA III resultaron en errores, lo que refleja que aún existen algunas limitaciones de compatibilidad.
Más allá de la Steam Deck
Aunque SteamOS fue diseñado inicialmente para la Steam Deck, Valve ha comenzado a expandir su uso hacia otros dispositivos, como la ASUS ROG Ally y la Lenovo Legion Go S. Esta estrategia sugiere que la compañía busca posicionar su sistema como una alternativa real a Windows en el ecosistema gamer, especialmente para quienes buscan maximizar el rendimiento sin invertir en hardware de alta gama.
Conclusión
Estos resultados refuerzan la idea de que SteamOS no solo es viable, sino que puede ofrecer un rendimiento superior en ciertos contextos. Para jugadores con presupuestos ajustados o que buscan un entorno centrado exclusivamente en juegos, SteamOS representa una opción cada vez más atractiva. Con una comunidad creciente y una optimización cada vez más pulida, el futuro del gaming en Linux parece más prometedor que nunca.