
Novak Djokovic está listo para volver a la competencia en el torneo de Ginebra y, con ello, iniciar una nueva etapa en su carrera. El tenista serbio anunció que Dusan Vemic se unirá oficialmente como su entrenador, luego de concluir su colaboración con Andy Murray, con quien no logró los resultados esperados.
“La idea siempre fue probar con Andy en Australia, y luego extender a Indian Wells y Miami. Pero una vez iniciada la gira sobre arcilla, acordamos ir torneo por torneo. Finalmente, consideramos que era momento de terminar”, explicó Djokovic, quien no ha conseguido una sola victoria en tierra batida este año.
Sobre su exentrenador, el actual número seis del mundo fue claro: “Tengo un profundo respeto por Andy. Su enfoque del tenis es excepcional y he aprendido a valorarlo más en lo personal. A pesar de que no obtuvimos los resultados deseados, el intento valió la pena”.
En este nuevo ciclo, además de Vemic, también se suma al equipo Boris Bosjankovic, quien trabajará como asistente. Ambos lo acompañarán en Ginebra y en Roland Garros. Djokovic señaló que no está buscando más incorporaciones por el momento, ya que se siente cómodo con este grupo.
“No tengo prisa por definir más cambios. Este es un nuevo capítulo para mí y estoy trabajando para adaptarme. Las derrotas tempranas en Montecarlo y Madrid fueron duras, algo que no me pasaba hace dos décadas, pero era consciente de que algún día podría ocurrir”, expresó el ganador de 24 títulos de Grand Slam.
Djokovic, de 38 años, desea recuperar sensaciones en la arcilla de Ginebra, un torneo en el que solo ha competido una vez, en 2024, alcanzando las semifinales. Su principal meta está en París: “Necesito ritmo, sumar horas de juego en esta superficie y ojalá aquí pueda disputar varios partidos. Roland Garros sigue siendo mi mayor objetivo”.
El serbio no gana un título desde finales de 2023 y todavía busca alcanzar su trofeo número 100. Aun así, no pierde la motivación: “Mi vida ha cambiado, sí, pero para bien. Aún creo que tengo el nivel para competir por los grandes títulos. Es lo que me inspira”.
También admitió que su rendimiento ha sido menos constante en el último año y medio, algo que acepta con madurez. “Sé que no estoy tan sólido como antes, pero tengo claridad sobre mis prioridades y objetivos. Todavía tengo hambre de competir al máximo nivel”.
A pesar de sus múltiples logros, Djokovic no se da por satisfecho: “Me siento orgulloso de lo que he conseguido, pero sigo con la ambición de triunfar en los Grand Slam y mantenerme entre los mejores. Por eso vine a Ginebra. Quiero reencontrarme con mi mejor versión”.
Con su familia cerca —incluidos sus padres, su esposa y sus hijos que llegarán esta semana—, Djokovic disfruta también del aspecto emocional de esta etapa. “Aquí tengo familiares, como un tío y una prima que acaba de ser madre. Ginebra me conecta con mis raíces y me da equilibrio”.
Finalmente, reflexionó sobre el peso de la competencia: “La presión es parte de este deporte, pero también somos afortunados. Sé lo que se necesita para ganar un Grand Slam. Hoy no es tan fácil como antes, pero estoy preparado para el reto”.