
Cameron Ward se convirtió en el protagonista del Draft 2025 de la NFL al ser seleccionado como la primera elección global por los Titanes de Tennessee. Con solo 22 años, el exmariscal de campo de los Hurricanes de Miami llega a la liga profesional con números destacados: completó 305 de 454 pases, lanzó para 39 touchdowns, sumó 60 acarreos y sufrió apenas siete intercepciones en su última temporada en el futbol colegial. La franquicia de Tennessee deposita en él la esperanza de renovar su rumbo.
Aunque aún no ha jugado en la NFL, Ward ya entra al mundo de los millonarios: su contrato de cuatro años asciende a 43.1 millones de dólares, es decir, más de 10 millones por temporada, según el portal especializado Spotrac. A lo largo de los años, la estrategia de seleccionar mariscales de campo en primera ronda ha permitido a las franquicias maximizar su inversión, como fue el caso reciente de Jayden Daniels con Washington, quien gana 9.4 millones al año, en contraste con los 60 millones anuales de Dak Prescott.
Por otro lado, la primera ronda dejó un trago amargo para Shedeur Sanders. El hijo del legendario Deion Sanders no fue elegido, pese a sus altas expectativas. Se había preparado con una cadena personalizada valuada en 100 mil dólares y había dispuesto un cuarto para fotos, pero sus entrevistas previas dejaron una mala impresión. Algunos equipos incluso las calificaron como «las peores que habían tenido». Además, su decisión de no participar en las pruebas físicas del combine afectó su posición en el draft. A pesar de la decepción, Sanders se mostró resiliente, asegurando que todo ocurre por una razón y que mantiene la fe de ser seleccionado en las rondas siguientes.
En contraste, Tyler Booker vivió una noche inolvidable al ser seleccionado por los Cowboys de Dallas con el pick número 12. Originario de Connecticut y formado en la Universidad de Alabama, Booker no ocultó su emoción: abrazó a su familia, gritó, bailó y corrió rumbo al escenario donde saludó con entusiasmo al comisionado Roger Goodell. Su elección responde a una necesidad clave de los Cowboys en la línea ofensiva. Con logros como su inclusión en el primer equipo de la SEC en 2023 y 2024, además de haber sido nombrado All-American, Booker llega con credenciales sólidas para fortalecer la protección en Dallas.