
Khalil Mack continuará su carrera con los Chargers de Los Ángeles tras llegar a un acuerdo por un año con un salario garantizado de 18 millones de dólares para la temporada 2025, según fuentes cercanas a las negociaciones. Aunque el equipo no ha revelado oficialmente los detalles del contrato, se sabe que asegurar la permanencia de Mack era una prioridad para el gerente general Joe Hortiz y el entrenador Jim Harbaugh, especialmente tras la salida de Joey Bosa la semana pasada.
El estelar pass rusher, quien fue seleccionado para su noveno Pro Bowl en 2024, se destacó por ser el único jugador en la NFL con al menos seis capturas y nueve rupturas de pases. Desde que debutó en la liga en 2014 con los Raiders de Oakland, donde fue seleccionado como la quinta elección global del draft, Mack ha demostrado ser un defensivo dominante. Incluso fue nombrado Jugador Defensivo del Año por la AP en 2016 antes de ser traspasado a los Bears de Chicago en 2018 tras no llegar a un acuerdo de extensión con los Raiders.
Durante su paso por la NFL, Mack ha acumulado estadísticas impresionantes: 107.5 capturas, 256 apresuramientos y 454 presiones al quarterback, además de 32 balones sueltos forzados y 24 strip-sacks, cifras que lo colocan entre los más efectivos de la liga en su posición.
Pese a sus logros individuales, Mack aún no ha podido formar parte de un equipo que compita consistentemente por el título. Sin embargo, hay esperanzas de que eso cambie bajo la dirección de Harbaugh, quien llevó a los Chargers a un prometedor récord de 11-6 en su primer año como entrenador, aunque fueron eliminados en la ronda de comodines tras caer 32-12 ante Houston.
Mack se mostró motivado a seguir luchando por un campeonato: “Definitivamente quiero hacer ese esfuerzo y jugar algunos partidos importantes en los playoffs”, declaró tras la derrota. Su regreso a los Chargers representa un paso importante en ese objetivo.