
El Heat de Miami suspendió a Jimmy Butler por siete partidos, citando “conducta perjudicial para el equipo” durante la temporada, especialmente en las últimas semanas. La decisión se tomó tras las declaraciones de Butler en una conferencia de prensa, en las que expresó que no cree que pueda ser feliz jugando en Miami en el futuro.
La suspensión significa que Butler perderá aproximadamente $336.543 por cada partido, lo que equivale a alrededor de $2.355.798 en total. El jugador tiene derecho a apelar la decisión, lo que podría reducir la pérdida financiera.
La suspensión de Butler lo dejará fuera del equipo durante un juego en casa contra Utah, y también en el viaje de seis partidos por Sacramento, Golden State, Utah, Portland y Los Ángeles. El primer partido en el que podría regresar sería el 17 de enero en casa contra Denver. Sin embargo, se considera probable que haya jugado su último partido con el Heat.
El equipo también anunció que Butler y su representante han solicitado ser traspasados, por lo que comenzarán a escuchar ofertas. Este cambio de postura contrasta con lo que Pat Riley, presidente del Heat, dijo hace una semana, cuando aseguró que no se traspasaría a Butler.
La relación entre Butler y el Heat, que ya venía siendo un tema de discusión durante varias semanas, parece estar completamente rota tras los últimos eventos. El equipo sufrió una derrota frente a Indiana el jueves, con Butler anotando solo nueve puntos y quedándose fuera del juego durante el cuarto periodo, algo que ya había ocurrido en el partido anterior contra Nueva Orleans.
En la conferencia de prensa, Butler expresó su deseo de recuperar la alegría por jugar baloncesto, algo que siente que ha perdido en Miami. Aunque afirmó estar feliz fuera de la cancha, reconoció que no estaba siendo el jugador dominante que solía ser y dejó claro que no cree que pueda encontrar esa alegría en Miami.
Butler, quien cumple 35 años, estuvo en conversaciones para una extensión de contrato por dos años y $113 millones el verano pasado, pero el Heat decidió no ofrecerle el acuerdo debido a sus constantes ausencias por lesiones. Desde que se unió al Heat, Butler ha faltado a aproximadamente uno de cada cuatro partidos.
Este conflicto tiene paralelismos con su paso por los Timberwolves en 2018, cuando también estuvo descontento y pidió ser traspasado. Eventualmente, fue enviado a Filadelfia y luego a Miami, donde se convirtió en una pieza clave para el éxito del equipo, llevando al Heat a dos finales de la NBA. Sin embargo, la situación parece haber cambiado, y ahora tanto Butler como el Heat están encaminados hacia una separación.