
Redacción
Cincuenta y seis personas perdieron la vida y varias resultaron heridas en una trágica estampida ocurrida el 1 de diciembre de 2024 en un estadio de fútbol al sur de Guinea. El incidente se desató en la ciudad de Nzerekore durante la final de un torneo local en homenaje al líder militar Mamadi Doumbouya, enfrentando a los equipos de Labe y Nzerekore.
El caos comenzó tras una decisión controvertida sobre un penalti, lo que llevó a enfrentamientos entre aficionados y una posterior invasión al terreno de juego. Según informes de medios locales, las fuerzas de seguridad recurrieron al uso de gas lacrimógeno en un intento por controlar la situación, lo que agravó el pánico y resultó en la mortal estampida.
Este episodio se suma a una lista de desastres en multitudes que han marcado la historia reciente. Desde el desastre del Estadio Hillsborough en Inglaterra en 1989, hasta la tragedia en Indonesia en 2022, los eventos de masas en estadios y espacios concurridos han dejado un rastro de pérdidas humanas debido a avalanchas, incendios y decisiones precipitadas para intentar gestionar el caos. La tragedia de Guinea pone de relieve la necesidad de medidas más estrictas para garantizar la seguridad en eventos de gran convocatoria, especialmente en zonas con antecedentes de desorganización o tensiones sociales.