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Redacción
Desde su inauguración en 1946, el Estadio 20 de noviembre ha sido testigo de innumerables momentos de gloria en la historia del béisbol potosino.
Durante 16 temporadas, este recinto emblemático fue el hogar de los Tuneros de San Luis Potosí, un equipo que dejó historia en la Liga Mexicana de Béisbol, especialmente con figuras como el legendario slugger chihuahuense Héctor Espino, quien comenzó su carrera profesional con los Tuneros en la Liga Central Mexicana en la década de 1960.
Sin embargo, hoy en día, el estadio ya no brilla con el esplendor de esos años dorados del béisbol potosino. Recientes acontecimientos han convertido este lugar en un símbolo de mala gestión, descuido del campo y malas condiciones generales.
Tras albergar el Congreso y Campeonato Nacional Charro de San Luis Potosí en 2023, así como varios conciertos musicales, se intentó devolver al estadio su gloria deportiva anunciando el regreso del béisbol profesional a la capital potosina el 13 de marzo de este año. Los equipos participantes incluían a los Rieleros de Aguascalientes, Bravos de León y Charros de Jalisco.
El entusiasmo inicial se vio empañado el 30 de marzo, durante el primer juego de béisbol, cuando quedaron al descubierto graves deficiencias en el terreno de juego, incluida la falta total de césped. En una rueda de prensa posterior al evento, las autoridades del Inpode admitieron los problemas, pero reafirmaron su compromiso por revitalizar el béisbol en la región.
«Estamos haciendo un esfuerzo inmenso. El gobernador del estado está comprometido con el regreso del béisbol», declaró el titular del Inpode. «Comenzamos la remodelación del estadio en colaboración con el gobierno estatal. Estamos trabajando para rehabilitar todas las áreas».
A pesar de estos esfuerzos, hasta ahora el estadio, que una vez fue la cuna del béisbol en la región, se ha visto relegado a un lugar para eventos de entretenimiento y conciertos musicales.