Redacción
Ryan García (25-1-0) se ha convertido en el hombre del momento en el boxeo. Su imponente victoria contra Devin Haney (31-1-0) en un combate súper ventas en el Barclays Center de Brooklyn sumada a una personalidad sin grises (blanco o negro) le coloca en boca de todos.
¿Qué va a hacer con su carrera? ¿Cuál es su futuro? Y todo con dudas relacionadas con la salud mental tras una ‘carrera’ al combate con Haney que se llenó de episodios extraños, su confesión de haber bebido durante sus entrenamientos y la falta de profesionalismo al no dar las 140 libras en la báscula y no optar al título del superligero pese a arrasar.
Pasadas las horas de euforia, García decidió no cortarse y confesar qué había ocurrido: un plan, o eso dice. «Lo tengo grabado desde hace meses. Quería que la gente creyese seguro que estaba loco», contó en ‘Full Violence’. ‘King Ry’ explica que lo que ocurrió, con acusaciones de todo tipo, vídeos extraños en redes sociales y actuaciones no habituales en un deportista, era un plan.
«Actuaba como un loco. Movía la nariz y luego, rápido, decía que era un tic»
Ryan García
«Lo llamaremos ‘La Gran Fuga’ y lo tengo todo documentado. No se explicar cómo acabamos llegando a esa idea. Un día decidí comprometerme con ello e ir a por todas. No iba a cambiar por nada», agregó. Y concreta en qué momentos exageraba. «Actuaba como un loco. Movía la nariz y luego, rápido, decía que era un tic», señaló. Esa explicación se relaciona directamente con los que le vinculaban al uso de drogas.
Aunque sí que confiesa que bebió. «Sí, lo hice. En el campamento de entrenamiento pasó. Porque sí, me gusta beber», cerró. Su salto definitivo en medio de la polémica y una nueva vuelta de tuerca a la historia. Con un futuro imponente porque puede decidir qué quiere hacer.
Bebí, sí. Porque me gusta beber
Ryan García
Haney, por lo pronto, pidió revancha en el peso acordado. «El peso jugó un rol importante. Me gustaría pelear de nuevo con una categoría acordada», explicó. No será en las 140, ya que tanto García como su promotora, Golden Boy, ya le vinculan a peleas en las 147 libras. Allí su rival soñado sería Sebastián Fundora (21-1-1), que viene de arrasar a Tim Tszyu por los títulos del WBO y WBC del súper wélter.
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