
Redacción
Foto| Especial
El City ya no lidera la Premier. El empate contra el Chelsea lo deja a cuatro puntos del Liverpool con un partido menos… y eso que podría haber sido peor si los delanteros blues no hubieran fallado una y otra vez ante Ederson en las numerosas contras de las que dispusieron.
El equipo de Pochettino encontró un punto débil en el City y se dedicó a explotarlo una y otra vez. Palmer y Enzo lanzaron balones con fuerza hacia la retaguardia skyblue y Sterling y Jackson se lanzaron a su búsqueda. Nico perdonó un gol claro en el minuto 23 y Raheem hizo lo mismo en el 33. Dos oportunidades que deberían haber sido goles terminaron con la pelota en los guantes de Ederson y las manos en las cabezas de los aficionados del Chelsea.
Pero antes de que el Chelsea se cansara de fallar, Sterling acertó con la portería. Fue una contra ejemplar. Jackson dejó la pelota de tacón aún en su propio campo para Palmer: «Mira, te la paso aquí y yo me voy allí, métela larga».
El inglés cumplió, le envió un pase largo al senegalés, Nico la cruzó para dejar a Sterling solo, que recortó ante Walker y batió a Ederson. En su antiguo estadio, rompió su racha: no marcaba en Premier desde noviembre.
En la segunda mitad, Guardiola no realizó cambios físicos, pero sí tácticos. Ordenó a todos atacar y que el Chelsea no saliera de su área. Doku fue incansable, De Bruyne filtró más pases al área que un espía y Bernardo, en el tiempo que estuvo, ayudó a encerrar al rival. Haaland, fallón y bien marcado por un Disasi excelso, no colaboró.
Pero en los partidos importantes, el City tiene un as bajo la manga. Rodri, como en la final de la Champions, apareció en el área para cazar un balón suelto y enviarlo al fondo de la red en el minuto 83. El español salvó un punto que no fueron tres debido a la falta de claridad del equipo… y a que el árbitro no consideró dos penales reclamados por la grada: uno sobre Walker y una posible mano al final.
Para el Chelsea, el punto tiene poco valor en la clasificación pero mucho en lo psicológico. Compitieron contra el City en su estadio, estuvieron a punto de vencerlo… y fallaron en el momento crucial. Para el City, es un recordatorio de que los partidos en casa son más complicados que los de Europa y que tendrán que luchar por el título de la Premier pulgada a pulgada.